Conversamos con Stefania Bucarey, subdirectora de Bagubra, Revista de Literatura y Pensamiento desde Valparaíso, para conocer la nueva propuesta editorial de la revista. Ésta se presenta el próximo lunes 9 de noviembre a las 18:15 en la Cineteca de la PUCV (ed. Gimpert), con la participación de la poeta Rosa Alcayaga, el poeta Salvador Peregrinos y la escritora Natalia Berbelagua.
Bagubra es una revista que nace en el año 2012 como iniciativa de los estudiantes de postgrado del Departamento de Literatura de la PUCV. Este tercer número se diferencia de los dos anteriores en que aborda diferentes temáticas en vez de especializarse en una, de ahí que la publicación incluya poemas inéditos de Eduardo Embry, el primer número de la revista femenina La silueta de 1917 y una entrevista al poeta mapuche Elicura Chihuailaf, además de artículos académicos, reseñas y traducciones. Sus contenidos están divididos en cinco secciones: “Artículos”, “Entrevistas”, “Reseñas”, “Archivos” y “Creación”. En su página web bagubra.ucv.cl se pueden ver sus contenidos, pero también circulará una versión en papel, a partir del lunes.
-¿Qué las motivó a retomar la revista Bagubra? Los contenidos son bastante diversos, ¿qué es lo que buscan comunicar en esta nueva vuelta?
-Decidimos retomar Bagubra, ya que un proyecto como tal, que se había formulado desde y para los estudiantes de los posgrados en literatura, debía continuar existiendo, principalmente, por la falta de un espacio destinado a visibilizar los conocimientos adquiridos en la academia. Los dos años que la revista estuvo en receso (en parte porque el grupo se encontraba elaborando el libro Vestigio y especulación), no se volvieron impedimento alguno para continuar toda vez que anunciamos el regreso. Esto nos habla de la importancia que adquiere este tipo de soportes y del interés que tienen los futuros investigadores por publicar sus lineamientos críticos.
Ahora bien, Bagubra tiene un lugar de enunciación bien definido que es Valparaíso y esta ciudad puerto a su vez se caracteriza por ser un espacio cultural muy diverso. De alguna manera quisimos replicar esa heterogeneidad atendiendo, por una parte, al pensamiento crítico que se genera desde la academia porteña y, por otra, a la creación literaria y artística que se origina también desde aquí y que, en definitiva, rebasa aquellos márgenes académicos. Sin duda que puede parecer un poco contradictorio que una revista consignada a la especialización incluya una sección de “creación” como lo proponemos, sin embargo, la literatura es nuestro objeto de estudio, entonces, por qué no incluirla.
De aquí en adelante pretendemos ser un soporte inclusivo, no sólo por la riqueza del dialogo que se establece entre el saber académico y el saber literario y artístico en un mismo espacio, sino también porque esta inclusión contempla la apertura hacia un público lector más amplio. En definitiva, nuestro giro implica horadar las vestiduras de lo académico con una propuesta receptiva a la variedad de problemáticas que se desprenden desde los estudios críticos sobre la literatura y la cultura junto a la multiplicidad creativa que reúne esta ciudad. Propuesta que incluye tanto al lector especializado como al lector que se interesa por las temáticas que Bagubra selecciona y dispone a través de la página web y la versión impresa que desde este número comienza a circular.
-Según ustedes, ¿cuál es el lugar de una revista especializada en la cultura de hoy? ¿Cuál creen que debería tener?
-Nuestra intención fue darle a la revista un enfoque misceláneo, culturalista si se quiere, para acercarla a un público más amplio en el ámbito porteño de las letras. Es decir, la idea es que despierte el interés no sólo de los académicos, sino también de escritores, intelectuales y todo tipo de gente ligada a la cultura y la literatura desde una visión crítica, conflictiva incluso. La mayoría de los estudios de este número develan el diálogo de la teoría y la creación con la sociedad, poniendo al descubierto sus trasfondos políticos o ideológicos. El lugar de las revistas especializadas al momento es, evidentemente, bastante específico; intentamos ayudar a revertir eso, en la medida de lo posible. El lugar que debería tener una revista como Bagubra en lo ideal, sería uno que transite libremente desde la academia a todo tipo de lector inquieto, interesado en la relación entre cultura y sociedad.
-Generalmente, los académicos no se relacionan directamente con los autores, sino sólo con sus obras. ¿Qué opinan ustedes de esta relación distante? ¿Bagubra es un espacio de acercamiento entre estos dos grupos?
-Este tipo de relación no nos parecen pertinentes, creemos que es necesario el constante diálogo y retroalimentación entre la academia y la práctica literaria. Hay quienes creen que la relación con el autor “contamina” el quehacer crítico. Nosotros no comulgamos con la idea del académico isla, del académico Dios. De hecho, esta forma de operar, nos parecen más bien resabios de nuestro oscuro pasado dictatorial. El investigador debe estar al tanto de la nueva escena literaria y hay diversos modos de poder acercarse a ella, no solo desde el escritorio o desde sus soportes de enunciación.
En efecto, la intención de incluir en nuestra revista la sección “creaciones” pretende constituir una instancia de acercamiento entre estos dos grupos.
-¿Qué contenidos pueden destacar de este número, por nombrar algunos?
-Este tercer número deja de ser monográfico como los otros dos anteriores, que estaban vinculados a la educación y al fragmento literario en el N°1 y el N°2, respectivamente. Abarcamos esta vez temáticas variadas comprendidas en cinco secciones. En “Artículos” destaca el trabajo inédito de seis investigadores, que incluye estudios sobre el cine de Valparaíso, el análisis de una revista femenina de principios del siglo XX, la comparación de obras líricas y narrativas que problematizan la temática de la frontera, el desarrollo contrapuesto de algunas de las metáforas teóricas que definen la complejidad cultural latinoamericana y un análisis de la poesía chilena canónica desde una perspectiva teológica. En la sección “Reseñas”, destacan tres comentarios, al libro de crónica literaria Ayer soñé con Valparaíso de Manuel Peña y a los libros de ensayos críticos Vestigio y especulación y Precisiones de Martín Cerda. Los contenidos de la sección “Archivo” van por el lado de la teoría comparada, la crítica neomarxista y el rescate de la revista La silueta de 1917. En la sección entrevista destaca el contenido sobre la escritura mapuche. Y en la sección “Creación” tenemos cuentos y poemas inéditos de autores emergentes de la Quinta Región.