Salir de la colchoneta de yoga, despegarse de la práctica individual y moverse en la vida real con su intensidad a ratos delirante, con interacciones constantes con otros, es finalmente lo que motiva a Lygia Lima a trascender su propia práctica de yoga y compartir colectivamente un saber ancestral, que se actualiza y renueva en cada instancia de aprendizaje.
Yogini desde hace 33 años y bailarina profesional, su trabajo es una reverencia a los grandes maestros con los cuales estudió, una interpretación conceptual, fluida y vigorosa del Vinyasa Krama de Krishnamacharya.
Sus experiencias en Estados Unidos, México, Brasil, España, India y Chile entre muchos otros le han permitido desarrollar un enfoque del Yoga como una habilidad para la vida, para las distintas situaciones, para las relaciones, el cuidado personal, y más.
Actualmente trabaja en su proyecto “Guerreros de la Paz”, que llevará yoga, meditación y arte hasta los niños de África, Brasil, México e India.
En noviembre dará un curso intensivo de 54 horas de Vinyasa Flow en Valparaíso. Dos semanas para explorar el cuerpo, desde la piel a las profundidades del ser. Un verdadero entrenamiento para la vida. Un viaje de ida y vuelta hacia uno mismo.
Por Hilda Pabst A.
¿Cómo llegaste a la práctica de yoga y qué has experimentado en ese proceso de más de 30 años aprendiendo y enseñando?
-Empecé en la práctica del yoga a los 17 años en Río de janeiro donde nací, básicamente porque quería ser vegetariana. A los 20 años fui a vivir en Nueva York para estudiar danza moderna en el studio de Merce Cunningham; inicialmente era por 3 años pero acabé quedándome más tiempo y conocí a Sharon Gannon y David Life que estaban empezando en una nueva locación en East Village con su estudio Jivamukti yoga. Estudié con ellos por 3 años y tomaba clases a cambio de limpiar el estudio. Un día Sharon necesitaba suplir sus clases durante el tiempo que estaría en la India y me preguntó si yo quería reemplazarla… Wow! pensé… Fui promovida de cleaning lady a yoga teacher!Dos semanas después estaba dando veinte clases de Yoga por semana, era verano y todos los profesores querían salir de vacaciones, así que además empecé a dar clases en varios otros studios, corporaciones, etc. Ahí cambio mi vida para siempre, he viajado muchísimo y solo con yoga, ¡hace 25 años!
Vinyasa Flow es un tipo de yoga muy vigoroso y exigente para el cuerpo, ¿cómo eso se adapta a los diferentes cuerpos, capacidades y condiciones de las y los practicantes?
-Vinyasa puede ser vigoroso y puede ser suave, se acomoda a todos los cuerpos y capacidades. La palabra Vinyasa quiere decir en sánscrito “colocar de una manera especial”. Vinyasa también quiere decir secuencia, pero como Krishnamacharya (el arquitecto del Vinyasa) decía: “No es cualquier secuencia, tiene que ser una secuencia que ilumine la consciencia.” Entonces, la mayoría de las veces, si el profesor facilitando la práctica tiene un buen entendimiento de las leyes y principios del Vinyasa el/ ella va acomodar a todos y todas. Por ejemplo, PARINAMAVADA, en sánscrito quiere decir “Todo en el mundo esta en constante cambio y movimiento”. Tenemos que ser sensibles a como estamos hoy por que la práctica de ayer va ser diferente de la práctica de hoy y de mañana. Esa sensibilidad es principalmente del alumno que tiene que estar en contacto con su proprio instrumento y su nivel de energía, independiente de lo que el profesor esté sugiriendo para hacer, tal vez tenemos que apartarnos, desapegarnos un poco para poder evolucionar en la práctica. Otro concepto de VinyasaFlow es Vinyasa KRAMA, que en sánscrito significa paso a paso, de lo más sencillo a lo más complejo, estadios de evolución, por lo tanto en una clase de niveles variados podemos acomodar a todos porque hay varias maneras de facilitar o desafiar al practicante.
¿Puedes ahondar en los principios y características del yoga que tú enseñas?
-Yo baso mi trabajo en la investigación de las Asanas (posturas) a partir de la respiración consciente, lo que nos lleva naturalmente a una meditación en movimiento. Intento inspirar a mis alumnos a cultivar una no identificación con la acción, con las sensaciones, con la resistencia que va ocurrir durante la práctica y para esa trascendencia la respiración consciente es la clave de esa libertad, para la transformación que acontece naturalmente con el compromiso con la práctica; así sentiremos los beneficios en nuestra vida en el día a día, la estabilidad en los momentos de reto en nuestras vidas, en eso estoy interesada, en el yoga como filosofía práctica de vida.
¿Cómo el yoga se integra o vincula con la vida cotidiana, con las emociones diarias?
-El compromiso con la práctica como mencioné antes, hace que naturalmente cambiemos nuestros hábitos, maneras de ver las cosas, cambia nuestras relaciones con el entorno, con todos y con nosotros mismos, es un proceso natural. Nos quedamos más observadores, menos reactivos, empezamos a disfrutar mas el momento presente. El stress y la ansiedad están en el pasado y en el futuro. Yoga nos coloca en el aquí y el ahora, el único momento que tenemos.
¿Crees que el yoga puede estimular la creatividad?
-¡Totalmente!! Y no solo estimular la creatividad, sino también nos inspira a ser mejores siempre, a cuidar la calidad de nuestras acciones y a cultivar una actitud en la mente de yoga, de integración. El mayor alineamiento de la práctica es la congruencia de lo que pensamos, decimos y hacemos y cuando tenemos ese entendimiento estamos conectados, realmente “plugeados” con la”fuente infinita” de inspiración y creatividad.
La vida actual trae consigo grandes cantidades de stress y patologías de todo tipo ¿qué puede aportar el yoga a estas realidades?
-Empezamos en la práctica de Hatha Yoga (donde hacemos Asanas –posturas- y Pranayamas -ejercicios de respiración-) por diversas razones, una de ellas es desestresar o tal vez querer perder peso… muchas razones, pero todos recibimos tanto más de este arte ancestral en el proceso de practicar, aprendemos a conocernos. A partir de la conciencia del cuerpo, el conocimiento de nuestra mente y el trabajo de la respiración consciente afectamos directamente el sistema nervisoso, consecuentemente nuestra vida fuera del mat también va ser afectada positivamente, disolviendo hábitos, patrones y sanskaras (impresiones del pasado), seguro vamos a vivir más felices en el aquí y ahora.
Hay personas que piensan que el yoga sólo aporta a nivel físico o como una simple técnica de relajación ¿qué opinas?
-Eso es porque los primeros métodos surgidos se enfocaban más en el aspecto de relajación de la práctica, pero con el tiempo la práctica evolucionó y se transformó y hoy en día hay muchas maneras de colocar esas técnicas juntas. Entonces, a mi modo de ver, es solo una falta de información sobre las diferentes técnicas y tal vez tener una mente abierta para experimentar todas y sentir aquella con la que más tenemos una resonancia; eso en el camino del yoga es muy importante: encontrar un buen profesor con experiencia que te pueda inspirar a hacer las preguntas correctas.
Yoga no es una religión
El maestro Arun, a quien entrevistamos hace poco, decía que el yoga es para quemar la locura de la mente y no las calorías. Sin embargo, hay un tipo de yoga muy fitness, como el bikram yoga, donde ese principio parece invertirse ¿Qué opinas de ese tipo de prácticas?
-¡Concuerdo con él! Siempre digo que soy mi mayor alumna. Hoy en día hay tanta diversidad de yoga como de personas y gustos. Las personas que van practicar Ashtanaga VinyasaYoga, de la serie fija de posturas, no van practicar Bikram Yoga o Power Yoga, en fin, es personal. Para mí el calor extra es innecesario en una práctica donde la respiración consciente ya genera mucho calor. Con el calor extra seguro estamos más vulnerables a lesiones, ya que el cuerpo se queda muy flexible y perdemos la noción de nuestro real límite.
Entre las muchas y diversas maneras de practicar yoga podemos encontrar dos modalidades: series fijas y siempre iguales v/s diferentes combinaciones de postura cada vez, ¿Qué puedes decirnos de cada una? Pareciera que las series fijas van más en la vía del dogma…
-Dejemos claro que yoga no es una religión, no es dogma, eso es muy importante porque en el mundo del yoga hay “sectas” y cuando tú ves o sientes eso, escapa, no es yoga. Como dije antes, los diferentes métodos y estilos son para la diversidad que hay entre nosotros. Por ejemplo, yo practiqué Ashtanga Vinyasa Yoga por diez años, me encanta como práctica personal, pero para dar clases prefiero PowerYoga o Vinyasa Flow que permite mi creatividad, el fluir sustentable, adaptar para todas las personas, es muy personal. Es importante buscar un método y un profesor que inspire, prenda la curiosidad y afirme el compromiso del practicar.
En un texto tuyo dice que “somos entrenados para movernos en el mundo externo más y más rápido, pero nadie nos entrena para permanecer inmóviles”, lo cual es cierto, ya que, de hecho, ni siquiera vislumbramos el valor de permanecer inmóviles, ¿cuál es para ti ese valor?
-Uno de los trabajos del yoga es la integración de los opuestos. El mundo es dual, solo sabemos el calor por el frío, la noche por el día, el masculino por el femenino, etc…. Aquí lo mismo, la integración del movimiento con la inmovilidad es parte de la práctica. La meditación, la observación, la contemplación son partes importantes de la práctica de Asana. Nos lleva a niveles más profundos de concentración y autoestudio. Es muy importante estar bien y feliz al no hacer nada, porque si no hay nada que hacer, nos queda escuchar, recibir, ver, ser. Por eso me gustan mucho las clases más largas para dar igual atención a la meditación, a la práctica de asanas-pranayamas y a la relajación.
Por último, ¿que se viene con el seminario intensivo que darás en Valparaíso entre el 7 y 19 de noviembre?
-Esta ya es la cuarta vez que voy a Valparaíso llevada por un gran amigo mexicano que sembró esa semilla de Valpo en mi corazón; ahora voy no sólo porque me encanta y abre mi corazón, sino también para honrar su memoria. Valpo es mi casa, me siento en casa, soy muy bien recibida ¡Es un lugar de gran inspiración para mí! Mis clases son una fusión de la influencia y la inspiración de los muchos grandes maestros que he tenido en mi camino de 33 años de yoga. Cada día del seminario será una clase distinta: introducción al Vinyasa Flow, equilibrios de pie, apertura de caderas, torsiones, equilibrio de brazos, inversiones, etc. Y funcionan en conjunto como un todo, por semana o individualmente.
Seminario Intensivo de Vinyasa Flow en Valparaíso
Fecha: 7 al 19 de noviembre 2016
Lugar: Teatro Montealegre (Calle Montealegre 780, Cº Alegre, Valparaíso)
Valores: Seminario completo: $250.000 / Semana completa: $140.000 / Sábado: $35.000 / Clase suelta: $20.000 (Inscripción previa, cupos limitados)
Descuento por pago anticipado: $195.000. Antes del 15 de Septiembre por seminario completo.
10% de descuento alumnos regulares Casa Lotus (no aplicable sobre descuento por pago anticipado.
Más informa en www.yogavalparaiso.cl