En galería Bahía Utópica de Valparaíso es posible ver un resumen del trabajo que el artista porteño radicado en Buenos Aires, Luis “Beto” Martínez viene exponiendo en la ciudad hace más de una década y que habla de sus diferentes inquietudes. Invitamos a la diseñadora Rocío Peters, ex compañera de aulas del artista en la Universidad de Playa Ancha, a dialogar con él. Pase y lea.
Por Rocío Peters
Luis “Beto” Martínez inició su formación en la Escuela de Bellas Artes de Viña del Mar y, tras un breve paso por la carrera de Arte en la Universidad de Playa Ancha, en Valparaíso, comenzó sus estudios de calcografía con el grabador Jorge Martínez. Se tituló como profesor de grabado y pintura en el Instituto Superior de Bellas Artes Santa Ana de Buenos Aires, donde ejerce como profesor de la cátedra de pintura, además de dictar clases en su taller particular. Su trabajo ha sido expuesto en distintas muestras individuales y colectivas en Chile, México, Francia y Argentina. Expone obra de manera permanente en la Galería de Arte Bahía Utópica de Valparaíso, y la galería de arte Magna, en Buenos Aires.
-¿Por que irse a Buenos Airse para dedicarte a tu obra?
-No hay una razón tan exacta, es una mezcla de cosas, un cambio de vida, buscar nuevos rumbos, conocer otro lugar. Fue de a poco, primero unas vacaciones, y tomarle el gusto a la ciudad y su movimientos, sus tiempos. En Valparaíso trabajaba como diseñador y el tema de tener muy poco tiempo para desarrollar mi obra, no era algo que me tuviese tranquilo. Había que mover algo, hacer algo para salir del punto cómodo, sin muchas expectativas en realidad, más bien como para salir de dónde y cómo estaba. Una vez instalado acá, en Buenos Aires, me sirvió mucho lo dinámico y la diversidad de manifestaciones, lugares, salones donde poder participar. Igual creo que son experiencias personales, no creo que es únicamente por el lugar que uno “hace”, sino que frente al cambio se aprende a vivir con eso nuevo, cambio necesario para poder seguir y moverse en otro ritmo.
-¿Te ha hecho bien el cambio?
-Creo que el cambio le ha hecho bien a mi trabajo, también porque acá le he dedicado casi todo el tiempo a esto, algo que en Valparaíso no hacía, entonces son muchos cruces. Para mí haber vivido hasta los 35 años en Valparaíso, haber nacido allí, es muy importante, fundamental, pero necesitaba mover mi paisaje, recordarlo, extrañarlo.
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Sobre su más reciente trabajo de óleos “Apuntes de Jardín”, el artista Edwin Rojas ha expresado que en esta serie Martínez “se aboca decididamente a la pintura; la toma, la experimenta, la vive, pero sin dejar de lado el potente trazo que conlleva la gráfica, ese gesto suelto y expresivo tan característico en su creación. Hoy, gráfica y pintura se abren a una variada gama de visiones haciéndose más potente y más desgarradora. Esta inagotable exaltación de lo expresivo se mezcla con una visión más sensible de lo que le rodea. Es así como podemos ver una obra más dinámica y vertiginosa, que va llenando los espacios de manera certera y delirante. Una obra que va creando su propio camino”.
-¿De dónde proviene tu imaginario?
-Creo que mucho viene de la infancia, la información del paisaje y cómo habitarlo y te va formando. Y luego de todo lo que la vida a uno le va dejando, las huellas, las relaciones con los otros, los juegos, las frustraciones, la historia, la propia y la común, todo va quedando en la memoria, en el cuerpo. De los sentidos también, claro. Hay algunos paisajes que no sé bien de dónde vienen, hay una especie de memoria primitiva, anterior o que es más sensual, que va acumulando rastros de los sentidos, pero de esos rastros más sutiles, es un misterio y está bien que asi sea igualmente.
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La obra de Luis “Beto” Martínez ha sido seleccionada y premiada en diversos salones de arte, destacándose el Salón Nacional de Artes Visuales, Argentina, seleccionado y mención en grabado (2009; 2010; 2011; 2013). Primer lugar en Salón de dibujo Faber Castell (2011), Buenos Aires, y primer premio mención Dibujo y Grabado (2013), Quinta Trabuco, Vicente López, Buenos Aires. Menciones en la Bienal Internacional de Acuarela de Viña del Mar (2008;2010; 2012).
Hasta el 29 de febrero en galería Bahía Utópica se puede ver parte de su trabajo gráfico en la exposición “Bis repetita placent”. El dibujo cruza cada de sus obras: tanto los grabados como las pinturas tienen como base un mundo lleno de líneas, a veces en blanco y negro, otras en color.
-¿Cómo recibe tu obra el público de Buenos Aires y el de Valparaíso?
-La recepción creo que siempre ha sido buena, no sé bien, me parece que hay de todo, gente que se espanta, gente que no le gusta por varios motivos (oscura, mucha información, etc). Entonces, hay para todos los gustos. No me fijo mucho en eso, y no es que no me interese el otro, sino que lo dejo ir y que sea, no es un tema que pueda condicionar o influir en mi trabajo, todo es bien recibido. Creo eso sí, que en Buenos Aires, en realidad en Argentina, hay una mayor tradición con el dibujo en todas sus manifestaciones, desde lo más figurativo e ilustrativo a lo más abstracto, entonces en mi caso, que soy muy dibujante figurativo (mutando), se valora bastante mi trabajo y eso permite que haya una mejor recepción y oportunidades de participación.
-¿Cuáles son tus proyectos a futuro?
Los proyectos en realidad se están dando ahora, no pienso mucho a futuro, no sé qué viene, por ahora lo que estoy haciendo tiene para rato. Sigo trabajando con la galería Bahía Utópica en Valparaíso, siempre que viajo llevo nuevos trabajos para ir renovando. Ahora, además, estoy trabajando con una galería de acá que me está demandando mucho tiempo de trabajo, se viene una muestra, esperemos, para fin de año en la galería y otras cosas más. Además tengo mis alumnos y un proyecto en Chile en marcha para este año, la adaptación de “Hijo de Ladrón” de Manuel Rojas a novela gráfica.
