El Parque Cultural de Valparaíso fue concebido como un espacio donde se pudiera crear y desarrollar todo tipo de disciplinas artísticas. Sin embargo, quizás la música ha sido el arte que menos se ha tomado este lugar. Hasta ahora.
Lito Celis grabó en forma completa su tercer disco titulado Humano en una celda de la ex cárcel de la ciudad. Hasta ahí llegó con la que denomina “la mejor banda del mundo” (Alex Waghorn, Pablo López , Pablo Morales y Claudio Clavija), apoderándose del lugar, haciéndolo suyo, sintiendo los fantasmas y la energía que allí habitan.
Este jueves 15 de mayo a las 19:30 horas, Lito Celis presentará Humano en el Parque (entrada liberada), en un concierto que también contará con la presencia de Diego Peralta, Luchín Salinas, Victor Fabio (Sonora Patocarlo) y Cristián Retamales (Peces).
En esta entrevista express conversamos con él acerca de su nuevo disco, de lo que significa grabar en una celda, de la música en Valparaíso y más.
Por Oscar Aspillaga
Estás a punto de mostrar en vivo tu tercer disco, ¿de qué se trata y cuál ha sido el camino musical que ha recorrido?
Humano nace de una idea de principios del 2012 que era cambiar de discurso en los textos desde las Pequeñas Canciones Burguesas, con discos mucho más literales y más ideas políticas. Y en Humano quería enfrentarme a la condición humana y poder relatarla desde el yo. Pero necesitaba encontrar un espacio para grabarlo que no fuera sólo un estudio de grabación. Encontré este espacio en el Parque Cultural, que antes había sido una celda. Para mí tenía sentido absolutamente grabar en lo que fue una celda, por la condición humana y por todo lo que significa el disco, porque en el momento en que llegamos a instalarnos, la sala de grabación no había sido usada nunca, no tenía equipos y estaban los barrotes, las murallas peladas, con la estética del lugar. Lo primero que hice durante el primer mes que estuve ahí fue quedarme todo el día, desde las 9 de la mañana hasta las 9 de la noche y dormir ahí, acostado en el suelo, pensando en cómo dormían los reos. Tenía pesadillas, prendía palos santos, como limpiando de vibra del espacio para ahí recién convertirlo en un refugio. Tenía todo el rollo de la cárcel porque entendí que el ser humano, desde que se considera ser humano, lo primero que aprende a hacer es a excluir a otros, las cárceles son una de las primeras instituciones que existen dentro de la historia de la humanidad, porque necesitamos excluir a aquellos que no entran dentro de este concepto de sociedad. Entonces tenía mucho sentido grabar en esta cueva el disco.
¿Llegaste con una disposición a este lugar pero después cambió tu idea de lo que querías hacer con el disco?
No, pero hubo como una transmutación de energía y tenía que ver con que mis dos discos anteriores los trabajé muy solos. En este disco Humano, y que tenía que ver con la exclusión de estar en la celda, la idea era hacer un grupo que trabajara en la celda, como apartarse a un bunker pero para el trabajo comunitario. Entonces tenía que armarme una banda. Primero fue con Alex Waghorn (Umbría en Kalafate), el baterista, que fue el primero en llegar a trabajar. Estuvimos dos meses solos en los que yo le mostraba los temas y los tocábamos en la batería, y los grabábamos. En total, hicimos como 60 tomas en cada batería, cambiando las formas. Tuvimos la suerte de estar un año haciendo el disco en ese estudio. No es que seamos vagos y no tengamos nada que hacer, pero a veces íbamos solamente dos días a la semana o algunas horas para poder grabar, pero teníamos la suerte de hacer esta residencia ahí y con todo el tiempo posible, que es muy bueno para poder hacer un disco más orgánico.
¿Faltan espacios en Valparaíso para que los músicos graben?
Yo creo que tiene que ver con inventarse los espacios. Suena grandilocuente decir que estuve un año en el Parque Cultural, pero yo renovaba cada tres meses mi espacio ahí. Siempre preguntaba y nadie pedía el espacio. Entonces no sé que responderte, porque sí, faltan espacios, pero también los hay y nadie los pide.
¿Y eso se puede tomar como una crítica al músico de la ciudad o a las bandas, cómo que deberían tener más pro actividad?
Hay una frase de Jorge Drexler que dice: “el cantautor y su computador”. Ese es un término que me identifica mucho desde que descubro cómo grabar en el computador y creo que el músico hoy en día no se puede limitar sólo a tocar y hacer música, sino que hay que reinventarse y grabarse y aprender a grabar y hacerse los espacios para grabar, escuchar mucho más música, ampliarse en el nivel de producción musical. Porque eso de que va a venir Brain Epstein y te va a descubrir es mentira. El príncipe azul no existe y tampoco el productor que te va a descubrir tocando en un bar, eso es muy difícil hoy día. Más entendiendo que estamos en occidente, Latinoamérica, en Chile y en Valparaíso.
Hace un tiempo trabajas en el sello de Valparaíso, Música del Sur. ¿Cómo ha sido el trabajo y la recepción que han tenido? ¿crees que de alguna forma contribuyen o de qué forma contribuyen a la escena musical en sí?
Yo me acuerdo que uno de los miembros del sello, en el lanzamiento de la página www.musicadelsur.cl decía que a él le parecía interesante estar en el sello porque siempre es bueno ser parte de algo. O sentirse parte de algo. Yo después discutía con él que me parecía certero lo que dijo, pero no tanto. Yo creo que es importante, emocionalmente, sentirse parte de algo, pero no sé si es tan importante ser parte de algo. Porque uno es parte de uno mismo y se abre hacia el resto. Yo creo que la importancia que te da ser de un sello es la visibilidad que puedes tener desde las plataformas que el sello te ofrece. No creo que haya mucho más. Me parece mucho mejor si puedo hacer un contacto para tocar en Ecuador, darle la página del sello y mi perfil desde ahí, a dar mi perfil de Facebook, porque claro, se meten al sello y dicen: “mira el sello, ha producido a tal y este loco está acá”, entonces te asocian a un nivel de producción de esa forma.
¿Qué cosas te gustaría que cambiaran en Valparaíso para a lo mejor potenciar a los músicos locales?
¡Que complicado! Creo que en el medio musical chileno falta muchísimo mirar a regiones, hay muy poco registro de regiones, como que todo se basa en Santiago, algunas cosas en Valparaíso y Concepción, pero no dejo de pensar que en Arica se está haciendo música interesante, o en Punta Arenas, que son lugares que nosotros jamás escuchamos, no buscamos música de esos lados, ni sabemos si hay sellos. Entonces, como eso ocurre desde el nivel central, nosotros en Valparaíso y en regiones también somos regionalistas de la región y así dentro de la región, los de Quilpué son muy de Quilpué, los de Viña de Viña, etc. Primero hay que empezar a ampliar la mirada. Hay que dejar de mirarse tanto el ombligo, también en lo creativo. Con esto de estar en el sello, a veces escuchamos demos que nos mandan y cuando les dices las críticas que uno puede decir para mejorar, a nadie le gusta que lo critiquen. Como que la gente en vez de acoger dicen “Ah! es que tu ‘querís’ que todos seamos como Chinoy”, y eso no es así.
¿Falta crítica musical entonces?
Autocrítica musical. En el mundo ideal que dices tú, faltan programadores radiales locales que se la jueguen por la música de Valparaíso o de la región. Lo que hace el Lozano en “Si son chilenos son buenos” (Radio Valparaíso) o Cevasco (Radio Valentín Letelier), pero deberían ser muchos más, nadie programa rock ponte tú, hip hop o jazz sólo de la región. No existe, es muy poco. Menos los canales locales de televisión. La Estrella podríamos salvaguardarla porque tira sus notas con continuidad. Pero falta programación local.
¿Crees que esta ley del 20% de música chilena en la radios podría ayudar de alguna forma?
Por supuesto que ayuda. He tratado de convocar a mucha gente a discutir esto pero como que a nadie le importa. No veo esa intención más allá de uno que otro muro de Facebook, pero acá hay una discusión importante que hay que ver porque también influye en la música de regiones, la que se hace en provincia. Si no, vamos a estar buscando todo el rato irnos a vivir a Santiago y desde allá armarnos y ese es un error porque la música popular chilena ha nacido desde las regiones. Violeta Parra no nació en Santiago, se fue a vivir para allá pero todo su bagaje musical lo hace desde las regiones, Víctor Jara igual. El rock nace en Valparaíso con La Muerte de mi Hermano (Los Mac´s), entonces ¡no me jodan! En regiones es donde las vanguardias musicales han surgido. Congreso, Los Jaivas son de regiones…
Entonces a la música le afecta este centralismo que hay en Chile…
Por supuesto y además porque en regiones seguimos replicando el canon y seguimos siendo centralistas. Muchas veces he acompañado a bandas a tocar y no va nadie a verlos. Volviendo a la pregunta de antes acerca de qué cosas me gustaría que cambiaran en Valparaíso, creo que debería haber más autocrítica desde la academia también, muy pocos músicos de la academia que hay acá salen haciendo música popular, o salen pensando más en lo técnico, en la corchea o en el pentagrama que en el público.