La compulsión publicitaria y el acto exhibicionista se mezclan en “Depto. 33”, la muestra fotográfica del artista porteño Andrés Martínez “Consomi”, que se inaugura este viernes 19 de junio a las 19 horas en la Sala de Artes Visuales del PCdV.
Fueron 10 años de trabajo y una producción de más de mil imágenes. La selección que el público podrá ver es provocativa y así lo quiere su autor. “Si es que no quisiera tener algún tipo de restricciones o de críticas adversas a mi trabajo, me habría dedicado quizás a fotografiar gatitos en la ventana o puestas de sol, las marinas y los bodegones de frutas”, comenta en esta entrevista para LJM.
Por Richard Muñoz Ojeda
La exposición “Depto. 33” está compuesta por 112 imágenes con un escenario en común: su propio hogar ubicado en Quilpué. Las modelos y la estética ochentera de su departamento proyectan un estilo particular que transita entre lo erótico, el hedonismo y el deseo. “Me gustaría que revisaran este trabajo, que lo observen y valoren. Quiero conocer sus opiniones”, comenta Consomi.
Entiendo que vives en un departamento de la KPD, vivienda social rusa
-DFL2, sí, entregado en el año 1976, pero construido en el año 1971 bajo el gobierno del presidente Salvador Allende. Son edificios de cuatro pisos que tienen una arquitectura bien típica y que ha sido usada en muchas partes de nuestro país. Son todos idénticos, tienen 3 dormitorios, living-comedor, baño y cocina con un formato bastante interesante, porque es muy funcional. Estoy orgulloso de vivir ahí, porque además son edificios muy sólidos que aguantan todos los terremotos y las vicisitudes de este país.

¿Cómo conjugaste la habitabilidad en este departamento y el hacer de tu obra?
-Básicamente porque soy un tipo un tanto ermitaño, no antisocial, para que no se confunda. Soy un ermitaño pues estoy muy preocupado de mi taller y de mi trabajo en él, ya sea en cualquiera de las áreas y de todas las cosas que he hecho en mi vida. Cuando estudiaba Biología, y luego Pesca, siempre he sido muy mateo. Hoy lo soy, no sólo en la fotografía, sino que también en todo lo relativo a otras artes. Me gusta el buen cine y la buena música, pero sobre todo el cine que ha sido una herramienta muy potente para ir aprendiendo y tiene mucha más influencia en mi trabajo, más que la fotografía misma. Por lo mismo, siempre he sido un tipo de que no sale, trasladando mi espacio de trabajo a la casa.
¿Este rasgo de tu personalidad, de ser más bien hogareño y ermitaño, es lo que te lleva a trabajar así, trasladando tu lugar de trabajo a tu propia casa?
-Sí, ermitaño es decirlo en forma metafórica, con cierta lúdica, pero tampoco para decir que soy un anacoreta que odia el mundo, no es el caso. Y sí, realmente quiero estar en mi hogar sin salir. También se vincula a mi necesidad de contar con un espacio definido que acondicioné para que fuese totalmente grato y, desde allí, me dejo llevar por mis instintos. La exposición “Depto. 33” es una serie de registros, muchos convertidos en verdaderos retratos, otros nacidos en situaciones netamente espontáneas e instantáneas de momentos en que estoy con mis amigas compartiendo, ya sea bebiendo un café, en situaciones románticas o de sexo en algunos casos, viendo una película, refrescando la vida e incluso disfrutando. Tiene que ver con relajarse, pasarlo bien, sin una connotación muy filosófica.
¿En qué momento el objeto de provocación, que eran tus modelos, comienza a perder protagonismo versus el espacio natural de tu casa?
-Básicamente porque el protagonismo lo tiene el departamento, de hecho así se llama la obra. Ellas, las modelos, pertenecen a un sistema de decoración arquitectónica como vivienda, a una conjunción, a una composición dentro de una escenografía. Personalmente, siento un gran interés en registrar algunas cosas que son de mi incumbencia, desde antes que las chicas existieran en mi vida, que son mis fetiches, mis juguetes, mis discos, mi decoración, mis cuadros, la ambientación que yo tengo en mi hogar. Es fundamental en este caso como obra, como estética. También lo voy desarrollando a partir de lo que ofrece el departamento en términos de recursos estéticos, aplicándolo al retrato de una situación erótica, de deseo y hedonismo.
-¿Cómo crees que será recibida esta exposición?
-Pienso que el arte no tiene que gustar a todo el mundo, de hecho, debe tener ese momento de provocación, de conflicto, tiene que producir algo. Si es que no quisiera tener algún tipo de restricciones o de críticas adversas a mi trabajo, me habría dedicado quizás a fotografiar gatitos en la ventana o puestas de sol, las marinas y los bodegones de frutas. Me imagino que existirán opiniones diferentes, quizás algunas conductas más feministas van asociar algunos tópicos y decir “¿por qué la chica está con la aspiradora en ropa interior?” y la van a interpretar así, pero las obras artísticas en todo ámbito y en cualquier corriente del arte tiene que contar con interpretaciones diferentes o las cosas serían demasiados fomes.
Exposición “Depto. 33”
Inauguración: viernes 19 de junio a las 19 horas. Entrada liberada.
Sala de Artes Visuales, Parque Cultural de Valparaíso (calle Cárcel 471)
De lunes a domingo de 10 a 18 horas, hasta el 30 de agosto.
Más información en www.pcdv.cl