El escritor y periodista cubano, ganador del Premio Iberoamericano de Crónica Nuevas Plumas 2015, viene a Chile invitado por el Festival Puerto de Ideas Valparaíso 2018. Tres voces y una tribu. Literatura joven latinoamericana será el panel que lo reunirá con las escritoras María José Navia, de Chile; y Selva Almada, de Argentina. Sobre la crónica señala: “Hay que mantenerse atento, no dar nada por sentado, encontrar la palabra justa incrustada en el corazón de los hechos, distinguir al poderoso y volverte su enemigo”.
Por Karo Torres
“El muchacho es ambicioso, quiere escribir sobre un país donde muchos se esfuerzan porque nadie lo escriba y los escriban”, escribe Martín Caparrós sobre Carlos Manuel Álvarez (1989), en el prólogo del libro La Tribu. Retratos de Cuba, editado por la Seix Barral a fines del año pasado. El texto es un conjunto de 16 crónicas que el autor cubano preparó durante cuatro años, describiendo el proceso histórico que ha vivido su país desde finales del año 2014 hasta la muerte de Fidel. “El hecho de que hayan sido publicadas fuera de Cuba es importante, porque me interesaba que ese rostro nacional no se mirara en su propio espejo”, asegura. Recientemente incursionó en la novela con Los caídos (Sexto Piso), “un retrato sentimental de la Cuba actual a través de la voz de los diferentes miembros de una misma familia. un enfrentamiento por la visión de país de las diferentes generaciones”.
Considerado como una de las nuevas voces de Cuba y autor seleccionado como uno de los mejores escritores latinoamericanos menores de 40 años por la lista del Hay Festival de Bogotá de 2017”, se ha desenvuelto con su escritura en diversos medios internacionales como The New York Times, BBC World, Aljazeera o Internazionale. Y fundó la revista online El Estornudo, como una forma de contrarrestar el discurso oficial y la corrupción impuesta por algunos medios, según señala.
Radicado en México hace cuatro años, ciudad que considera como una de las más “potentes” que ha conocido, Carlos Manuel mantiene una relación especial entre literatura y periodismo, relatando en sus crónicas el gesto de quien observa y se llena de preguntas, otorgándole un guiño revitalizador desde el lenguaje, entregando continuidad y ruptura a la tradición de la crónica latinoamericana, que para él significa “mantenerse atento, no dar nada por sentado, encontrar la palabra justa incrustada en el corazón de los hechos, distinguir al poderoso y volverte su enemigo”.
Sus crónicas han aparecido en revistas como Gatopardo, El Malpensante y Anfibia donde le describen así: “Bebedor de absenta. Grafitero del Word. Nada encuentra más exquisito que los manjares de la carestía: los caramelos de la bodega, los espaguetis recalentados, la pizza de cinco pesos. Leyó un Hamlet apócrifo más impactante que el original de Shakeaspeare, con frases como esta, que repite como un mantra: ‘la hora de la sangre ha de llegar, o yo no valgo nada’. Cree solo en dos cosas: la audacia de los primeros bates y la soledad del center field”.
“Si uno le gana al miedo, entonces ya ganó”
Titulado como Periodista de la Universidad de la Habana, el autor cubano ha reconocido que el país lo sigue a todas partes y que la respuesta a su necesidad de escribir va más allá de su propio entendimiento. Pero si hay algo que revelan sus escritos, es la relación con su lugar de origen, un punto conflictivo, íntimo y cotidiano.
¿Cómo está la escena cubana en materia de medios independientes? Tú eres uno de los fundadores de El Estornudo, ¿podrías contarnos sobre esta experiencia y la necesidad de este tipo de medios?.
–La situación de los medios independientes es precaria. A corto plazo, es una pelea perdida en comparación con el poder tremendo que tienen los medios de prensa del Estado. Medios de propaganda, medios moralmente corruptos. Pero esta es una pelea que hace unos años no existía, o no del todo, y que a largo plazo no hay modo de perder. El Estornudo se inscribe en ese bando. Un bando estigmatizado que por lo pronto va perdiendo ante el púgil de la dictadura –es una pelea entre un ligero welter y un súper completo–, pero que a la larga va a vencer sin grandes contratiempos. Si uno le gana al miedo, entonces ya ganó, porque el relato de la dictadura se derrota a sí mismo.
Pensando que fue editado en México. ¿Cómo nace y desarrolla el libro La tribu? Sobre esto mismo ¿Cómo fueron escogidas y /o creadas las crónicas que la componen?
–En La tribu hay de todo un poco, creo. Demoré cuatro años en eso. Las crónicas del libro intentan armar un rompecabezas con piezas que de antemano nunca van a encajar, pretenden encontrar la armonía en la desfiguración del rostro de Cuba. El hecho de que hayan sido publicadas fuera de Cuba es importante, porque me interesaba que ese rostro nacional no se mirara en su propio espejo. Y la idea de cómo fueron escogidos o creados esos textos, que es una pregunta que no sabría responder del todo, puede resumirse justo en que traté siempre de que fuesen historias que pudiesen verse en el espejo de otros.
Un cronista suele ser un buen observador ¿Cuál es la mayor preocupación que se vive en Cuba en estos momentos? Pensando en lo cotidiano, en los recorridos y en las relaciones entre las personas.
–Pero la buena observación quizá consista en no llegar nunca a respuestas concretas. Como sea, yo no creo que haya algo como una mayor preocupación actual en Cuba en estos momentos. No pienso, sinceramente, que haya en la gente ninguna otra preocupación genuina, ni grande ni pequeña, que no sea la preocupación de sobrevivir, y eso es lo que verdaderamente preocupa.
¿Cuál es tu tribu?
–Me gustaría pensar que la tribu de los valientes y los generosos, la tribu de los que dan tregua y no la piden, pero eso es decir demasiado.
Tres voces y una tribu. Literatura joven latinoamericana
María José Navia, escritora / Selva Almada, escritora argentina / Carlos Manuel Álvarez, escritor cubano
Este panel reúne a tres jóvenes escritores latinoamericanos que se han dedicado a narrar lo que sucede en sus respectivos países desde adentro,en su cotidianidad e intimidad, y desde afuera, a partir de sus vidas en el extranjero. Sus historias, crónicas y artículos periodísticos, exploran la experiencia de las mujeres, la complejidad de la realidad de América Latina, y las formas en que la intimidad puede volverse política. Un diálogo sobre las intersecciones de la mirada y la voz, lo que se puede y no se puede contar y las formas en que la escritura puede iluminar una experiencia, una tribu, un continente.
Domingo 11 de noviembre
12:30 horas
Centro de Extensión Duoc UC
$2.000
www.puertodeideas.cl