
Por Óscar Aspillaga
Por 30 días estuvieron en huelga los periodistas, reporteros gráficos y diseñadores contratados de El Mercurio de Valparaíso. No hubo aumento de sueldo por parte de la empresa y ahora los trabajadores laboran con incertidumbre por las posibles represalias que podrían emprender los mandamases del diario más antiguo de habla hispana.
Sin embargo, las personas que boletean siguen en paro. Ganan 10 mil por día, algunos mil por hora. Y lo que quieren conseguir es el reajuste del IPC que se acumula desde 1998, último año en que el diario subió su sueldo a los que trabajan a honorarios. En esta entrevista express, conversamos con Pablo Serey, periodista de El Mercurio de Valparaíso.
Los boleteros como tú siguen en paro y tus compañeros contratados estuvieron 30 días en huelga, ¿cuál es la sensación que tienes de todo este proceso?
La sensación que queda es que hoy en día los trabajadores de nuestro país cuando se movilizan tienen que jugar casi al empate, la cancha está encaminada hacia un sólo lado. En el caso de nuestros compañeros contratados, se movilizaron por 30 días, perdiendo su sueldo, y eso no sirvió para conseguir un justo aumento. Al final mantuvieron el contrato colectivo que tenían antes. Entonces nos queda la sensación que hoy día las condiciones entre este juego que se da entre empresariado y trabajadores es absolutamente injusto.
La empresa El Mercurio vulneró leyes del trabajo, ya que no podía reemplazar a los periodistas en huelga y lo hizo, ¿cómo es trabajar en una empresa que trata así a sus trabajadores?
Es una conducta que se da casi como natural por parte del empresariado, ni siquiera el Código del Trabajo se respeta. Hay una debilidad enorme en el Código del Trabajo hecho en dictadura, pero también hay una cultura del empresariado donde privilegian el concepto de la rentabilidad y hay poca ética y moral.
¿En qué situación están ahora los trabajadores a honorarios de El Mercurio de Valparaíso?
Por estar a honorario, no tenemos la opción de hacer valer un contrato. La empresa puede tomar la decisión de no llamarnos más y llamar a otra gente. Nosotros no creemos que eso sea tan sencillo, somos más de 30 personas las que conocemos el sistema de trabajo del diario, reemplazarnos no será fácil para un diario que tiene que cuidar una serie de parámetros de calidad profesional. Nosotros estamos en la posición de dialogar con la empresa, cuando fue la huelga, la empresa dijo que no podía tratar dos temas de peso a la vez, estaban enfocados en los contratados, aduciendo falta de capacidad humana, no podían tratar nuestro tema. Cuando se acabó la huelga de nuestros compañeros de trabajo, nos acercamos para dialogar con ellos, para nosotros volver a trabajar con un sueldo más digno, y para ellos solucionar un problema de trabajo dentro de sus lógicas de funcionamiento. Pero la empresa sigue diciendo que están con una carga de trabajo pesado con lo que significa tener de vuelta a los contratados, lo que nos parece una actitud obtusa. Lo que queremos es juntarnos con los directores de los diarios, los jefes de la parte periodística para que ellos nos den su apoyo y tener una mayor relevancia para tener un diálogo con la parte administrativa que es la que corta el queque con las lucas.
¿Cuál es tu opinión ante la precariedad del trabajo periodístico? ¿Cómo crees que se podría solucionar este tipo de situaciones?
En general en nuestro país existe poca valoración por las carreras que no están involucradas en el mundo productivo. La pega intelectual es menos considerada, como los profesores, los periodistas, los reporteros gráficos, los diseñadores gráficos, y uno lo ve también en las empresas periodísticas. No es posible que una empresa periodística no esté liderada por un periodista. Están lideradas por ingenieros comerciales o ingenieros de otras áreas. Entonces, a la hora de tomar decisiones, tiene más injerencia lo que opinen ellos que los mismos periodistas. En el caso de esta empresa, estamos en el lado de la balanza que pesa menos y eso ocurre también en otras empresas. No se trata de no valorar lo que hacen los ingenieros en una empresa periodística, pero el hecho que ganemos poca plata es consecuencia de que en las direcciones de las empresas periodísticas no hayan periodistas y haya gente que nos ve a nosotros como un recurso humano y no como personas con necesidades y problemáticas sociales. Estamos en una hoja de cálculo para que la empresa logre rentabilidad.