Una columna de Andrea Gutiérrez, Presidenta Sindicato de Actores de Chile, Sidarte, para La Juguera Magazine.
El Sindicato de Actores y Actrices de Chile Sidarte ha iniciado el proceso de creación de sus filiales regionales.
En estos meses de intensos contactos con nuestros compañeros y compañeras de regiones, ha cobrado vívidamente fuerza y forma la apreciación que teníamos como dirigentes: La crisis de las Artes Escénicas se agudiza aún más en regiones.
El fantasma de la inequidad en el acceso al financiamiento público, el casi nulo interés de la empresa privada, el artista financiando sus creaciones y exhibiciones, festivales regionales que viven en estado de emergencia y que sobreviven sólo por el compromiso de sus gestores, artistas y comunidades, o espacios de exhibición que son inasequibles para los creadores locales, son sólo algunas de las problemáticas que se suman a la realidad laboral de la informalidad, intermitencia y ausencia de protección social de los artistas.
Una realidad que nos grita en la cara la necesidad de transformación profunda de nuestro escenario. Hemos vivido en carne propia el fracaso de un modelo que nos invitaba a convertirnos en emprendedores y a volver rentable nuestro “negocio”. El teatro no es “nuestro negocio”, es un derecho social de los ciudadanos, con el cual el estado debe comprometerse a fondo y garantizar, no sólo la implementación de políticas que lo promuevan, sino también su ejecución.
Este recorrido regional de Sidarte y socialización de nuestra propuesta realizada al CNCA de una Ley Sectorial para las Artes Escénicas, se inició en la Región de Valparaíso, porque quienes hemos tenido la fortuna de actuar en Valparaíso sabemos de su público ávido y preparado; y si somos justos, ese público existe gracias a quienes trabajan incesantemente en el territorio, los que día a día construyen audiencias en las calles, escuelas y teatros.
En nuestra reunión con los actores y actrices de la región, coincidimos plenamente en que las artes escénicas son un derecho social de los ciudadanos y que nuestro trabajo en cada lugar del país, y especialmente en regiones, está basado en la búsqueda del bien común y la defensa de la identidad y la diversidad cultural local.
Por cierto que concordamos plenamente en la necesidad de dar la batalla contra un sistema socioeconómico basado sólo en una dimensión económica y que ha puesto en el último lugar de sus preocupaciones la cultura y las artes.
Nuestra presentación de una minuta que inicia el trabajo en conjunto con el CNCA para dar forma a la Ley de Artes Escénicas, es una señal en esa línea de superación del modelo cultural neoliberal. Primero, nos definimos como un sector que no es industria y segundo, la construcción de sus contenidos nace íntegramente desde las organizaciones sociales del sector, con un intenso y autónomo sistema de sociabilización regional.
Tenemos la convicción profunda de que el aporte de las regiones es fundamental en este camino de sacar adelante el desafío de nuestra Ley Sectorial de Artes Escénicas.
No debemos temer a las transformaciones profundas; a mirar de frente el proceso que ha vivido la institucionalidad cultural en los últimos años y atrevernos a superarla, pasando a otra que sea realmente reflejo del país que queremos, con mayores garantías sociales y con una nueva jerarquía en que la economía trabaje al servicio de la calidad de vida de los ciudadanos/as.