Algunos alcances sobre el 2º Encuentro de Cultura Digital en Valparaíso

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Por Enrique Rivera*

Una de las primeras acciones del 2º Encuentro de Cultura Digital fue la realización en abril del 2014 de un laboratorio de investigación curatorial en el Centro Cultural de España a propósito de lo invisible. En este contexto, reflexionamos sobre uno de los hitos de la anterior Bienal de Artes Mediales, que se refería a la materia y energía oscura, dos campos que aun la astronomía, cosmología, física cuántica, entre otras, no ha logrado identificar completamente, y que se mantienen en un espacio de incertidumbre científica. Este espacio, invisible al entendimiento de la ciencia, nos parecía el mas adecuando para establecer una relación entre artistas y científicos, donde cada uno pudiera aportar desde su propio campo de reflexión, creación y sistematización. Entonces el concepto de Invisible se instalaba como punto de inicio para reflexionar la curatoría del 2ºECD, y desde ese espacio nos trasladamos a otros campos de pertenencia fundamentales, como lo social y lo estético.

La idea de medios tácticos en zonas de post catástrofe se tomo el imaginario común luego del mega incendio de abril del 2014 en Valparaíso, y siendo consecuentes con el contexto planteado sobre autonomía en la 12 BAM, se plantearon una serie de acciones desarrolladas en los cerros afectados, y se decidió llevar una serie de metodologías del Hazlo Tu Mismo, redes libres, y procesos de empoderamiento social mediante el uso de software y cultura libre a este contexto. Es decir, como los cruces que ocurren entre permacultura, hacktivismo, y una forma de producción artística comunitaria, complementan la reconstrucción de un territorio.

Es por esto cuando Gabriela Golder, artista argentina invitada nos habló sobre su proyecto fue muy clara. Más que cualquier otra cosa, dijo, para mí hay que poner el énfasis en el ‘encuentro’. Esa es la palabra importante. El encuentro que le permitió a ella subir a la parte alta del Cerro Mariposas y conocer/compartir con algunos de los habitantes de la toma Altos de Mesana.

¿Cómo entender un ‘encuentro’? ¿Es algo espontáneo que ocurre bajo determinadas circunstancias del destino? ¿O, al contrario, es un producto de la voluntad que se provoca? Es verdad que hay algo fortuito, pero también hay algo programado. Ahora bien, lo que sabemos es que un encuentro desencadena un hallazgo, un descubrimiento, y en el mejor de los caso, una sinergía. Y por ahí podemos empezar a entender el sentido de esta instancia abierta: descubrir, quitar lo que cubre, abordar lo que no está a la vista: ver lo invisible, reconocer su topografía, percibir desde sentidos que tenemos atrofiados, y comenzar desde ahí a salir de un estado catatónico colectivo. Ese es el lema que hemos escogido para este año: Invisible.

Cuando nos planteamos una instancia que nos permitiera mantener la vigencia de la Bienal de Artes Mediales, me refiero a la posibilidad de no tener un evento aislado cada dos años, pensamos en intercalar estos encuentros para discutir lo que habíamos visto o lo que queríamos ver en la Bienal, porque un evento de esa naturaleza, donde se reúnen años de pruebas, experiencias, hipótesis y propuestas no surge de la nada. Todo lo contrario: una bienal es un repositorio, un espacio donde se prueban operaciones y experiencias previas. Con el Encuentro lo que más nos interesa es la resonancia, la reactivación de toda una serie de zonas latentes que nos permitan dar con formas apropiadas de respuesta desde la tecnología. Mediar es eso: dar con una forma que haga posible crear hipervinculaciones, transferir conocimiento. Y sobre todo, conocimiento adecuado a las circunstancia. Cada día nos parece más relevante la idea de ‘tecnologías apropiadas’, surgida desde la noción de decrecimiento.

Esta versión del Encuentro de Cultural Digital desarrolla su acciones deslocalidazademente desde Internet, con una intensa presencia en diversos puntos de Valparaíso. En ese sentido, hay una preocupación en nuestros planteamientos por trabajar con sectores que permanecieron invisibles, sectores de la ciudad que sólo el incendio de abril sacó a la luz. Pero más que visibilizar fracturas, el espíritu es dar con formas apropiadas de crear visibilidad, o de mantener invisibles pero potenciados, instancias que se deben mantener en ese Estado. Pongo un ejemplo: sabemos que contamos con la tecnología que nos permite conectar sectores aislados mediante redes libres, señales invisibles que, sin embargo, crean una conexión real entre personas que les permiten encontrar muchas soluciones en su vida diaria. Algo tan simple y con repercusiones reales, que permite solucionar problemas mediante un canal compartido, es un trabajo idóneo. Eso mismo permitiría, por ejemplo, desarrollar un sistema de alarma y de respuesta en zonas de catástrofe. Instalar una red libre está, de hecho, entre los planes del Encuentro y para eso invitamos a la programadora y filosofa alemana Elektra, quien trabaja intensamente con Ignacio Nieto, Maurico Roman y Daniel Tirado entre otros colegas para este propósito. Construir juntos, tender espacios invisibles con respuestas concretas, sentar las bases de una autonomía de funcionamiento… son respuesta adecuadas.

Comenzamos en abril pasado y continuaremos con distintas acciones. Destaca la exposición retrospectiva de Cornelia Vargas Koch en la que saca a luz su trabajo de arte concreto ideado con los métodos propuestos por el maestro Max Bill en la Escuela de Ulm. Su trabajo consiste en la transmutación de números en formas y colores, una elegante y simple transformación de la materia. Ronald Kay presenta sus interneteadas en la sala de arte de la PUCV, ejercicio de profundización sobre el cruce análogo digital, que se instala desde la noción de post medios. Es decir, Kay toma imágenes que provienen del pasado, miles de años capturados en un pantallazo de una imagen encontrada en internet, y vuelta a contextualizar en una imagen impresa, completando un ciclo de vida de la imagen, esta vez puesta en dialogo con otras, resignificando su origen.

Desde este espacio se ha propuesto levantar un pequeño museo abierto, donde mediante un flujo de obras instaladas entre avenida Alemania y el Camino La Polvora, en el Cerro Mariposas, las comunidades de Mesana y Nuevo Amanecer serán administradora de un bien común donde arte, ecología y nuevas formas de comunicación y generación eléctrica darán una lección no solo de resilencia, si no que de propuestas de vanguardia urbana. Patrick Steeger, Mario Navarro, Gabriela Golder, Ignacio Cuevas, Cornelia Vargas, Daniel Tirado, son solo los primeros nombres de artistas que componen este museo abierto. Los nombres de estas comunidades son inspiradoras; Mesana es el nombre del mástil trasero de un barco, el que recibe el viente que empuja la nave, y Nuevo Amanecer, habla por si mismo.

Uno de los hitos del 2º Encuentro de Cultura Digital será una serie de mesas de discusión que desarrollaremos a comienzos de diciembre para plantear los grandes temas que deben repercutir en el levantamiento de un marco de funcionamiento para la cultura digital y la relación arte, ciencia y tecnología en Chile. Las artes mediales y la cultura digital representan de alguna forma una especie de neo renacimiento, donde la hibridación de disciplinas, el cruce continuo, el dialogo desprejuiciado, y el inclusionimso radical, representan una de las clavez de este nuevo ciclo social, que trasciende los paradigmas de la Revolución Industrial, y plantea otras formas de aprender, investigar, crear, difundir y relacionarnos. La cultura por supuesto, determina y contextualiza este cambio paradigmático transversal, y consideramos que desde este espacio, utilizando las herramientas del arte, la ciencia y la tecnología, deben configurarse las bases para comprender los estatutos fundamentales de un dialogo colectivo, que logre configurar argumentos para una hoja de ruta futura compuesta por y para todos.

*Artista, productor de la BVAM (Bienal de Artes Mediales) y director Encuentro de Cultura Digital.

 

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